miércoles, 6 de febrero de 2013

QUERER

¿Se nos ha olvidado?
¿Se nos ha olvidado lo que es realmente QUERER?
¿Acaso querer puede tener varias definiciones?
¿Acaso la definición de QUERER puede ser diferente para ti que para mi?

Y no sé si es la edad o que el mundo con esto de la crisis se ha vuelto completamente loco. Pero parece que se nos ha olvidado que lo más importante está ahí, a nuestro lado. Supongo que es como en todo, nos damos cuenta de lo que tenemos cuando lo perdemos. Y entonces siempre es tarde. Y entonces al menos uno de los dos de pronto recuerda lo que era QUERER. O ni siquiera.

¿(Cuidar y querer) no son acaso dos palabras que van de la mano? Parecía tan obvio.

Cuanto hace que no escucho alguna historia bonita de dos personas que se conocieron por casualidad y que sobrevivieron a los celos, a los cuernos, a la rutina, al egoïsmo y al trabajo. Y a la crisis. Supongo que tiene que ver con conformarse. Porque lo más complicado de todo es enamorarse de una persona cuya definición de QUERER sea exactamente la misma que la tuya. Y muchos a mitad de camino, se conforman. Entonces cuidar y querer no van a menudo de la mano. Entonces uno de los dos camina insatisfecho.

Tanto hace que no escucho alguna historia bonita que me duele pensar que las mariposas dejan de aletear porque se hacen oruga, que las palipitaciones se desvanecen con la edad o que la piel de gallina merma con las arrugas y que el Deseo de lo conocido y habitual cansado, vuela a cualquier otra parte.

 ¿También el concepto del Amor era mentira? Ese amor mágico e incondicional que nos dibujan de pequeños es otro cuento más? En los dibujos animados parecía tan fácil. O no. Quizás por eso THE END siempre aparece justo cuando se acaban de besar, de conocer o de casar. Quizás la cenicienta también se divorció. Quizás también la Bestia dejó de cuidar a la Bella. Quizás al cabo de unos meses Blancanieves se dió cuenta de que el príncipe no conjugaba el verbo querer como lo hacía ella. Esto me recuerda a una frase que hace meses colgó un amigo en su muro. Se preguntaba que por qué el trailer es siempre mejor que la película.

Hace un rato vi este corto. A mi me ha recordado un sentimiento que se me había olvidado por completo. "Es verdad, debería de ser así todos y cada uno de los días a su lado".


domingo, 27 de enero de 2013

El violinista

Ayer Julie de Mifábula me contó esta historia. Merece la pena leerla.

"Un hombre se sentó en una estación de metro en Washington DC y comenzó a tocar el violín, era una fría mañana de enero. Interpretó seis piezas de Bach durante unos 45 minutos. Durante ese tiempo 
se calcula que 1.100 personas pasaron por la estación, la mayoría de ellos en su camino al trabajo.

Tres minutos pasaron y un hombre de mediana edad se dio cuenta de que había un músico tocando. Disminuyó el paso y se detuvo por unos segundos y luego se apresuró para cumplir con su horario.

Un minuto más tarde, el violinista recibió su primer dólar de propina: una mujer arrojó el dinero en la caja y sin parar siguió caminando.

Unos minutos más tarde, alguien se apoyó contra la pared a escucharlo pero el hombre miró su reloj y comenzó a caminar de nuevo. Es evidente que se le hizo tarde para el trabajo.

El que puso mayor atención fue un niño de 3 años. Su madre le apresuró pero el chico se detuvo a mirar al violinista. Por último, la madre le empuja duro y el niño siguió caminando volviendo la cabeza todo el tiempo. Esta acción fue repetida por varios otros niños. Todos sus padres, sin excepción, los forzaron a seguir adelante.

En los 45 minutos que el músico tocó, sólo 6 personas se detuvieron y permanecieron por un tiempo. Alrededor de 20 le dieron dinero, pero siguió caminando a su ritmo normal. Se recaudó $ 32. Cuando terminó de tocar y el silencio se hizo, nadie se dio cuenta. Nadie aplaudió, ni hubo ningún reconocimiento.

Nadie lo sabía, pero el violinista era Joshua Bell, uno de los músicos más talentosos del mundo. Él había interpretado sólo una de las piezas más complejas jamás escritas, en un violín por valor de 3,5 millones de dólares.

Dos días antes de su forma de tocar en el metro, Joshua Bell agotó en un teatro en Boston, donde los asientos tuvieron un promedio de $100.

Esta es una historia real. Joshua Bell tocando incógnito en la estación de metro fue organizada por el diario The Washington Post como parte de un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de la gente. Las líneas generales fueron los siguientes: en un entorno común a una hora inapropiada: ¿Percibimos la belleza? ¿Nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado?

Si no tenemos un momento para detenernos y escuchar a uno de los mejores músicos del mundo tocando la mejor música jamás escrita, ¿cuántas otras cosas nos estamos perdiendo?
Por: Josh Nonnenmocher

miércoles, 16 de enero de 2013

Otra de vecinos

Esto de vivir en un ático no es tan glamuroso como lo pintan.
He de reconocer que las vistas son impresionantes porque parece que estoy en Nueva York. Aunque en plena noche cualquier cosa puede parecerse a Nueva York. Todo está a oscuras y tan sólo veo los faros rojos de los coches perderse en la M-30, las luces amarillas o verdes de letreros enormes de marcas más que consagradas, todo ello difuminado por las gotitas de agua que ha dejado la lluvia en el cristal de la ventana. Muy cinematográfico.

Sin embargo aquí hace tanto frío, que por más que invierto en calefacción sólo he logrado crear un ambiente casi-cálido con una canción de Joáo Gilberto y mi secador apuntándome directamente a la cara. Y mejor no hablemos del atuendo.
Ahí va mi pequeña historieta de hoy.


En plena Navidad, en pleno ataque consumista, aparecieron dos policías municipales en Enfant Terrible con cara de circunstancia. Y cuando digo de circunstancia no me refiero a cara de enfado ni de pocos amigos. No era la típica cara de poli cabreado. Era cara de "yo tampoco entiendo nada".

Ojalá estuviésemos ubicados en pleno Goya, Velázquez, Serrano o la mismísima Gran Via. Porque entonces no me llenaría cada mañana las manos de tiza de colores, ni tendría que comerme el coco reinventando slogans deslumbrantes para que una banal pizarra de Ikea logre derivar el tráfico de Goya a Nuñez de Balboa, 30.
Sí, el problema era la pizarrica.
-"¿Ustedes tienen una pizarra ubicada en la esquina? Me preguntó.
-Sí. Y le conté que había ido al ayuntamiento a pedir permiso para ponerla. Y que me contestaron que no hay ninguna ley que regule todas la pizarras de restaurantes, centros de estética, tiendas, que invaden las aceras de Madrid. "Usted póngala y si tiene suerte nunca le ocurrirá nada. Sino pues vendrá la policía y se la hará quitar..."
Y ahí estábamos. En ese punto. Tres denuncias nos habían puesto por tener un letrero maravilloso lleno de colorines y de dibujitos.
-"Nosotros venimos porque os han puesto tres denuncias, me comentó el policía, sino ni nos habríamos molestado".
Así que tuve que quitar mi súper pizarra y renunciar a la pintura rupestre matinal que aunque parezca mentira tenía su pequeño efecto. 

Hace dos días Olga, Belén y yo bajamos al mejicano de enfrente. Centro de operaciones post-laboral donde ahogamos nuestras penas en coronita y totopos. Y apareció el encargado. A él también le habían hecho quitar su pizarra, mucho más profesional que la nuestra he de reconocer.
Y cuando me contó su historia sólo me vino a la cabeza una frase "Así va España".
-"la pizarra..."suspiró.
A él le han denunciado cientos de veces en estos últimos 10 años. Le han llegado a poner pegamento en el candado, a cortar la cadena y a tirar la pizarra al contenedor. Se la han movido a la acera de enfrente y se la han partido en dos. Han borrado el texto y os garantizo que los del mejicano hacían auténticas obras de arte. Incluso ha tenido que pagar por denuncias reiterativas una sanción de 600€ más IVA, que con el 21% duele aún más.
¿No os parece alucinante? Y lo peor del asunto es que corroboró mis sospechas.

El kamikaze de las pizarras, el que nos pone las denuncias, el qué apacigua su ira y sus frustraciones contra nuestras pequeñas obras de arte ambulantes es una vez más un vecino.

Hace mucho leí que Iberia para abaratar costes tan sólo tuvo que quitar una aceituna de la bandejita de la comida. Imaginaos el efecto que puede tener con los tiempos que corren que cada día entren 5 personas menos en un restaurante o en un comercio. Multiplicad. Y esos 5 comensales, clientes, son los que visitaban nuestros pequeños negocios gracias a una banal pizarra de Ikea.

Así que solo voy a decir una cosa. Me encantaría poner en la esquina otra vez mi pizarra y con una bonita letra cursiva de palo seco escribir en rosa "CABRÓN", porque indudablemente el que primero lo va a leer, el que antes se va a fijar, no es uno de los cientos de transeúntes que pasan cada mañana por Goya. Es ese vecino cabrón que por una vez después de 10 años tendría una pequeña razón para destrozar el trabajo de otros.




martes, 18 de diciembre de 2012

No es un Concept Store. Es un psiquiátrico.

Una señora mayor se me acerca con cara de susto.

-"Perdone señorita...(qué alegría, soy señorita) es que no sé si estoy perdiendo la cabeza. Esta mañana he estado viendo aquí mismo unos abrigos de lana preciosos, al lado había unos jerseys de colores...y juraría que en esta esquina había unos vestidos...¡sé que estoy mayor pero no creo haber perdido tanto la cabeza!
-Que va...todo sigue igual señora, contesté.
-Pues yo sólo he estado en esta tienda esta mañana y estoy convencida de que aquí había unos abrigos de lana...
-Ana, dice la amiga, igual te estás equivocando de dia o de tienda, no seas pesada".

Y de pronto recuerdo que a las 13.30h, Sara de Impúribus ha recogido sus abrigos, a las 14h Esther se ha llevado casi dos burros de ropa que han ocupado Begga y Grazia Hernando a las 16h. Y es que las cosas van tan deprisa aquí dentro que es difñicil asimilar tanto cambio.

Suena el teléfono.
-"¡Hola! Te llamamos para preguntarte si os apetece salir un capítulo de "Date un capricho" para Canal Decasa.  
-Claro! Qué guay!
-Pero el rodaje tiene que ser hoy.
-Claro! Qué guay! (más vale pájaro en mano que ciento volando pero soy consciente del lío en el que me acabo de meter)
Treinta minutos más tarde estaban ahí el cámara, los cables, Francine Galvez:  el caos.
Y en plena entrevista Francine se para en seco y me pregunta:
-"Aquí hay un ajetreo inhumano...que tienda más loca...¿pero qué está pasando?

Pues en la planta 1, estaban 4 bloggeras haciendo mercadillo. Una gloriosa idea que se me ocurrió hace meses. ¿Qué harán las bloggeras con tanta ropa? Así que cuatro top-bloggeras vendían prendas con etiqueta, prendas de una sola foto, de un sólo outfit, prendas que algún día habían sido un Must Have en sus blogs. Adolescentes con falda escocesa uniformadas, con la carpeta, la coleta, los mocasines admiraban a sus diosas, era un mercadillo en toda regla. Un revoltijo de ropa descontrolado. En la escalera había cola.
Si lograbas atravesar el mercadillo más twitteado del día te encontrabas con las chicas de SaffronLab recién llegadas a Enfant Terrible. Rodeadas de bolsas intentaban colocar su córner. Y al fondo del todo Bluco que estaba ofreciendo una copa de cava a sus clientas. 

En la planta -1, se escuchaban martillazos. Los chicos de Madecos estaban prepando la cata que iba a tener lugar un poco más tarde. Así que entre los cables y los clientes que subían y bajaban escaleras se colaban los chicos de la mudanza bajando cajas, sofás, alfombras. No fue una cata cualquiera. ¡En cuatro horas Yeray y Valérie recrearon un apartamento tope de gama!

Así que ahi estábamos entre martillazos, adolescentes, bloggeras, copas de cava y los lios de siempre. Matilde Falcinelli y sus sombreros, Beroque rellenando su vitrina o Carmen de MO que no para de traer bolsos y más bolsos.



Esto no es una tienda. Es un psiquiátrico. 
Y si quieres catarlo en su máximo esplendor te recomiendo que te pases del 19 al 23 de Diciembre de 11h a 20.30h (no cerramos al mediodía). Podrás encontrarte con cámaras de tele (viene Telemadrid y Telecinco), diseñadores (¡son 55!) , cervezas (Brabante) , comida (casera) y a Ale, Mayte y a mi corriendo como locas por las escaleras para atenderos lo mejor posible. 

-"Rocío...cuanto tiempo lleva Enfant Terrible abierto?. Me ha preguntado hoy un diseñador nuevo.
-Pues un año y cuatro meses...
-Qué paciencia tienes, ¡esto es una locura!"

Lo es. Pero es una locura preciosa.

miércoles, 11 de julio de 2012

Miedo a los sandwiches




Ahora me arrepiento de no haber escrito antes. El cansancio me puede. Pero la verdad es que no paran de ocurrir a diario cosas dignas de un post.


Hace unos días, me llamó un amigo pidiéndome ayuda. Tenía que hacer un casting urgente con la mala suerte de que en el local contiguo había un ensayo de trombón. Me pidió que si podía utilizar la planta -1 de Enfant Terrible y por supuesto accedí. Estaban buscando a un niño de 8 años. Durante esa tarde desfilaron 5 o 6 chavales con cara de susto agarrados a la mano de sus madres. Nos pidieron incluso que quitásemos la música. Hablábamos susurrando. No pude escuchar a ninguno de ellos recitar el texto. No me atreví a bajar a cotillear y así multiplicar su verguenza. Fue una tarde tranquila. Nada que ver con la que tuvieron que padecer los vecinos del ensayo de trombón. Ni la que se imaginaron los vecinos de Nuñez de Balboa, 30 cuando se enteraron de que había un casting en Enfant Terrible.


Dos días mas tarde, Ananda inauguraba su Pop-up Store en esa misma planta. Hacía calor así que decidió ofrecer cerveza fresquita a nuestros clientes.
Pusimos un letrero en Goya con Nuñez de Balboa que decía:
"Ropa Eco + Cerveza + Musiquita Y MÁS...".
Nunca pensé que ese Y MÁS podría darle un matiz de perversión a una Pop-up de ropa ecológica.


Y es que llevamos desde el mes de Mayo luchando con la licencia, el ayuntamiento, el tema de minusválidos, la altura de los techos, la disposición de la salida de emergencia y un sinfín de trabas más para poder habilitar en la planta -1 una cafetería. Sin salida de humos (por supuesto). Eso es lo primero que nos preguntan. Algo sencillo, sin pretensiones; ensaladas, sandwiches con su correspondiente retractilado para evitar olores, cafés, tés, tartas, muffins. Una inofensiva Sandwichería. Y digo lo de inofensiva porque a la Comunidad de Nuñez de Balboa, 30 le dan miedo los sandwiches.
Y contra todo pronóstico, el tema de la licencia se solucionó. En ocasiones ocurre.


Pero faltaba el factor sorpresa. De pronto apareció una de esas claúsulas de la Comunidad firmada en 1940 que prohibe la venta de comida en el local. Y pregunto: ¿Quién es más destructivo? ¿El ayuntamiento que ha transformado la concesión de licencias en un mito urbano o una Junta de Comunidad?


La Junta tuvo lugar ayer . Acudieron las altas esferas: dos señores. También estaban de atrezzo la Presidenta y la administradora. Les conocí ayer y ni siquiera recuerdo sus nombres. Tan sólo sé que eran grises y que no esbozaron ni la "s" de una sonrisa.
Se quejaron del horario de la junta, del tráfico, del calor, de que faltaban vecinos porque la convocatoria se había hecho por email y "hay gente que no tiene ordenador".
Y por supuesto recalcaron el esfuerzo tremendo que estaban haciendo honrándonos con su presencia, haciéndonos un hueco en sus apretadas agendas. No, no les gusta nada asistir a una Junta.


La Presidenta empezó tendiéndole a uno de ellos un contrato de Telefónica para instalar fibra óptica en el edificio.
-"NO, dijo este mecánicamente. Luego preguntó,
-"Pero...¿cuanto cuesta eso? y finalmente lo más importante.
-"¿Pero para que sirve la fibra óptica?
Curioso. No sabía ni lo que le estaban ofreciendo y ya había escupido un no.
-"Ah, bueno, si es gratis pues sí, que lo instalen". 


Os presento al que iba a decidir el futuro de Enfant


Y apenas Ricardo y yo habíamos empezado a esbozar la idea de negocio...uno de ellos empuñó en el aire cual trofeo una funda de plástico en la que supongo guardaba los Estatutos de la Comunidad y la super-claúsula-toca-pelotas, que dice que no se puede vender comida a no ser que la Comunidad dé su consentimiento.
-"No, no podeis vender comida. Lo dice en los estatutos y punto. No hay nada más de que hablar."
No logré escuchar ni un sólo argumento que le diera peso a su NO mayúsculo. Les dan miedo los sandwiches. No encuentro otra explicación. El pánico al pan de molde les hace decir tonterías.


-"¡Si es que organizas hasta castings con niños y cerveza!" (no sabe lo que es un casting)
-"¡¡Hay alcohol en el local y música y eso va en contra de la Comunidad!!"
-"Tú lo que quieres es lucrarte a costa de la Comunidad"
(y miedo a la mayonesa también)
-" Montas constantemente fiestones"
-"No se puede ni entrar en el portal"
-" Y que me dices del letrero de la esquina, cerveza, música y más...Y MÁS! a saber lo que es eso!!


Y entonces se me ocurrió comentar que si no nos dejaban vender sandwiches en la -1 iba a tener que organizar más eventos, lo cual iba a ser peor...
-"Que conste en acta que nos está amenazando, que conste en acta!"
De "Aquí no hay quien viva" a "Ally McBeal.



Me pregunto como definiría este señor la palabra casting.
El cocktail asusta:
Pop-up, casting con niños, alcohol, fiestones hasta las mil, música Y MÁS,...gente que cierra el paso al portal. ¿Y si le metemos un poco de fibra óptica que?
¡Por dios! Que buena pinta tiene esta fiesta!¡¿Pero dónde es que estoy harta de vender ropa todo el día?!


Así nos va. Así va España. Destruyendo empleo por una súper cláusula sin fundamento de 1940.
Así que he decidido dejar de asustar a la Comunidad con mis sandwiches, la mayonesa y mis ensaladas y darles lo que me está pidiendo a gritos su imaginación. ¿Que tal un Sex Shop en la planta -1 de Enfant Terrible?
¿Os imaginais a la Jenny con un vibrador en la mano?
Más de uno se va a tirar de los pelos y deseará haber superado su trauma al pan de molde. 


Trauma o no a los sandwiches me alegro de que la fibra óptica llegue a Nuñez de Balboa, 30. A ver si así los que no tienen ordenador asisten a las juntas y le explican a este señor lo que es un casting.








martes, 24 de abril de 2012

Felicidad.





Felicidad.


Es una cerveza bien fría mirando al mar,
escuchando música de la que te hace bailar sin querer, 
está sangrando el sol y una suave brisa juega con tu pelo.
No tienes nada que hacer y tus pensamientos están en huelga.


Es olvidarte unos meses de los calcetines y de las medias.
Sentir un escalofrío cuando por fin la espuma de las olas
cubre tus pies todavía blancos, casi enterrados en la arena.


Es un rayo de sol en pleno invierno.
Es un rayo de sol entre un millón de nubes, entre un millón de lluvias.
Cierras los ojos y por un instante te sobran el abrigo y tus problemas.


Es un ataque de risa, es dolor de tripa y lágrimas cayendo por una tontería que sólo te hace gracia a ti. A ti y a todos los que has contagiado.


Es correr agarrado al Ipod por Madrid dejando atrás cada pensamiento.
Es una ducha fría llena de satisfacción. Mañana más.


Es ese rastro de perfume de cualquier transeúnte que te traslada por lo menos a 1999.
Que te traslada a cualquier esquina, a cualquier calle por la que a menudo pasas y que algún día fue el escenario de un gran recuerdo.


Son unas sábanas limpias y frías que se van calentando según se cierran tus ojos.


Es el olor a cesped recién cortado. A Jazmín recién regado, a café recién hecho, a lluvia, a playa, a suavizante, a orégano y albahaca.
Es el olor que dejas en mis sábanas. 


Es un chai venti con leche desnatada y sin espuma de buena mañana.


Son unos stilettos con los que por un instante crees dominar el mundo y tus miedos.
Es volver a pisar tierra firme después de una noche de bailes desenfrenados a 10cms del suelo.


Es leer su nombre en la pantalla del Iphone y sentir cientos de mariposas aleteando.
Y sentir que no necesitas unos tacones de aguja para estar a 10 cms del suelo.


Es el olor a Nagchampa que inunda ahora mismo mi fortaleza. La oscuridad, el teléfono callado y cientos de emociones que asimilar. Otro día más.


Es Enfant Terrible.


Felicidad.
Felicidad. Son todos esos momentos de los que te alimentarás
cuando ya no te queden fuerzas para vivir, para correr, para sufrir o para reir.


Así que Felicidad también es eso que ahora te hace llorar.











domingo, 15 de abril de 2012

Fuck The World


Tres dedos de un líquido amarillo concentrados en un vaso de chupito. Y ya van tres.
Sal y limón. Y su nombre ni lo quiero pronunciar.
Una suave e imperceptible voz te susurra al oído la resaca de mañana.
Una deliciosa y confiada melodía te asegura los beneficios de tan ardiente brebaje.
Y aflora todo eso que llevas enterrado en el sótano de tus pensamientos, en el altillo de tus anhelos, en el trastero de tus miedos.

"Si tus sueños no te asustan es que no son lo suficientemente ambiciosos".


Suena una canción que borra de un plumazo al pesado de la derecha, a la multitud de la pista, incluso borra el olor a mistol que sustituye últimamente al del tabaco. Y perdido en ese cocktail de sensaciones eres consciente de lo inconsciente que estás.

"Es imposible cruzar un océano,
hasta que no desaparece el miedo
a perder la orilla de vista".

Y van cuatro. "Por nosotros"
Entonces tú me presentas a ese yo que sólo aflora de 00:00 y hasta que el cuerpo aguante. Y dibujas castillos en las nubes, esbozas niños y pintas sueños que se esfuman como nosferatu cuando está a punto de salir el primer rayo de sol; pero debajo del edredón.

"No tengas miedo al fracaso.
Ten miedo de no intentarlo".

Es una noche más. Una noche cualquiera. Bailamos ajenos a nuestros miedos, al compás de nuestras aspiraciones, al son de nuestros deseos y empuñando fuerte un botellín lleno de sueños. Por un instante todo es posible.

Y sin embargo, "todo siempre parece imposible hasta que se hace realidad".