Un par de besos más o menos sentidos, una caricia, un roce, tu mano, unas miradas y unas risas.
Te toco, me tocas, nos sentimos, nos comemos...y zás. Aunque ese tío flacucho no era tu tipo ya se ha creado un vínculo invisible e irracional entre vosotros.
Y ese vínculo no es ni su número de teléfono, ni esas horas compartidas, ni ese café con leche y azúcar, ni "acceptar su solicitud de amistad". El vínculo se llama: oxitocina.
Y cual acaro invisible o como el virus de la gripe que navega a sus anchas por el aire, esa hormona fluctúa silenciosa y traicionera entre nosotros. A todas horas, en todo momento y sin criterio alguno. Aprovecha cualquier ápice de complicidad, cualquier esbozo de flirteo o la más mínima señal de interés. Y cuanto más contacto tengas con el otro, más durarán sus efectos, más se apoderará de ti. La oxitocina te hará flotar en el limbo, dudar si volver a llamarle o incluso querer redescubrir si aquel chico de pelo rizado es más interesante de lo que parecía. Sí. La oxitocina ha sido estudiada una y otra vez y se ha incluso demostrado que un simple beso es el puente hacia una inconsciente unión de unas 48 horas. Y de puente a puente acaba llevándote la corriente.
Así que cuidado con quien compartes piel, líquidos, risas y miradas porque la hormona del amor, extraña e incontrolable, te unirá científicamente al otro aunque tú no querías, aunque a priori era un juego o un desliz. Ahora sabéis quien es la responsable de esas relaciones que nunca debieron ser o que tenían muy pocas oportunidades de nacer.
No creo que la ropa destile oxitocina pero una noche buscando diseñadores para Enfant Terrible me topé con Martin Waschbär. Fue pura química y no me equivoqué. Minucioso, perfeccionista y milimétrico. Así le definiría yo. Antonio no impone patrones de moda. Tan sólo ofrece sus ideas y posibles opciones. Este sastre pone su saber hacer y su maestría al servicio del cliente que pasa a diseñar sus propias camisas, trajes y pantalones sin límite alguno y a su gusto.
r.
Antonio Damián Martín
Es el creador de la firma, ideólogo y diseñador.
Nacido en Huelva el 28.8.82, sus inquietudes creativas ya se comienzan a descubrir a lo largo de su infancia. La relación de las mujeres de su familia con el mundo de la sastrería hizo que creciera rodeado de patrones, tejidos y diseños, lo que despierta desde niño su interés por el mundo de la moda.
A los 17 años se traslada a Madrid con motivo de su formación como Ingeniero, lo que amplía sus conocimientos técnicos y formales. Polifacético, al acabar sus estudios se adentra en el mundo de las finanzas y trabaja para una de las mayores entidades financieras actuales.
Tras años teniendo presente su inquietud de pequeño, y tras el bagaje adquirido a lo largo de su vida, se ve conducido a la creación de una firma sólida, cimentada y con carácter propio,
Martin Waschbär.
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