Please...let this work

Estamos a punto de escuchar las 12 campanadas que marcan ese punto y aparte año tras año en nuestras vidas. Y como muy bien dice la mítica canción de Mecano, es el único momento del año en el que los españolitos nos ponemos de acuerdo por una vez y hacemos algo a la vez.

Sí. Es el único momento del año en el que quizás la emoción nos ayude a sacar a flote aquello que ha trascendido y que merece ocupar los últimos y los primeros pensamientos después de 365 días de risas, llantos, encuentros, desencuentros, decepciones y sorpresas. ¡Dios mío! miras hacia atrás tan sólo un instante y recuerdas a aquella persona que eras hace tan sólo un año. Quien te iba a decir todo lo que te ha pasado, lo que has perdido por el camino, y lo que has recogido. Pero es curioso, parece que todos los kms que has recorrido, las piedras que has sorteado, las bofetadas que te has llevado, las carcajadas que te han acompañado, las innumerables bandas sonoras que han adornado tu película siempre acaban en ese mismo lugar. Cerca de una tele, de una una radio, de la Puerta del Sol, para escuchar como suenan las doce campanadas y empezar de nuevo. Todos los 1 de enero son un folio en blanco de un cuaderno en blanco, de un año por escribir.

Y entonces siempre me hago la misma pregunta "¿Cómo estaré este mismo día, dentro de un año?".

Dicen que el 11 es el símbolo del cambio. Y así ha sido. Un año dedicado a gestar Enfant Terrible, que ha culminado con THE PINK PARTY. Una noche que nunca olvidaré.

"Rocío, por favor dame una canica" o "¿Dónde puedo conseguir canicas?" fueron las frases que más escuché. Y es que por una noche todos recuperamos ese trocito de infancia y ansiamos tener entre nuestras manos esa bolita de cristal. Porque esa pequeña e insignificante bolita que dábamos en la entrada=1 copa. Y según me paseaba entre la gente escuchaba:

-" Si lo llego a saber me traigo canicas de casa"

-" ¿No habrá un chino por aquí? y compramos una bolsa tío"

-"Qué es eso de la canica...¿una droga?".

Si, me pregunto donde estaremos dentro de un año. Como habrá crecido nuestro enfant y cuantas aventuras nos habrá hecho vivir. Cuantos diseñadores habrán compartido su ilusión con nosotros, cuantos transeúntes se habrán parado a observar a Jennifer colgada de la garra rodeada de 225 plantas. Cuanto habrán crecido los potos.

Dicen que el número 12 simboliza la elección. Y yo elijo seguir compartiendo con vosotros la locura, la alegría y el chaos que caracterizan esta maravillosa jaula de grillos que se llama ENFANT TERRIBLE.