Blossan

Hay diseñadores a los que ni siquiera tendría que entrevistar. Tienen todavía esa mirada llena de ilusión y de ganas de comerse el mundo, creen en ellos mismos y son los que mejor saben llevar sus diseños, bien cortados, bien conjuntados. Son conscientes del lío en el que se han metido escogiendo esta profesión pero transmiten una felicidad contagiosa. Es el caso de Sandra. Todavía recuerdo el día en que la conocí. Me trajo su lookbook perfectamente ordenado, como una colección de postales, en una cajita de cartón. Tan sólo con ese pequeño detalle me cautivó. Los pequeños detalles son los que marcan la diferencia. Y Sandra es una persona con muchos pequeños detalles.

¿Por qué empecé a diseñar?

Es una pregunta difícil, no tengo consciencia de cuando empecé a diseñar ,tengo "diseños" desde que era una enana, solo que no tenían el significado y el uso que tienen ahora , eran dibujos-diseños. Sin darte cuenta, dejas de dibujar paisajes para dibujar maniquíes, por lo que en mi caso, han influido sobre todo dos cosas, por una parte el dibujo en si, he dibujado desde que tenía uso de razón y ha sido uno de mis grandes hobbies desde siempre. Por otro lado, mi madre, era modista y le encanta el mundo de la moda, nuestra casa estaba llena de telas, patrones, revistas de moda etc.. Recuerdo que cuando yo era pequeña nos lo pasábamos en grande haciéndole vestidos a la Barbie, que paciencia tenía! Algo que siempre cuenta mi madre es que cuando hice la primera comunión, yo elegí mi vestido, y lo elegí porque me gustaba el bodoque de la tela, la cara de la dependienta fue genial cuando le dije esto!

Pero después llegó la pubertad, y la elección de que quieres hacer con tu vida, y elegí lo que era más correcto e hice una carrera universitaria de provecho, es curioso porque es algo a lo que no te obligan pero que sabes que tienes que hacer, no defraudar. Pero mientras hacía mi carrera, la madurez, me di cuenta de lo que realmente me gustaría hacer y al acabar decidí intentarlo. Lo más curioso es que cuando lo comenté a mi familia y amigos, a nadie le sorprendió y a todo el mundo le pareció que era lo que tenía que hacer y el momento idóneo. Me fui a Madrid a hacer un máster en gestión de empresas de moda, siempre con la idea de crear algo mío.

Ahora llevo un año con BLOSSAN, y es una experiencia increíble, eso sí, mucho más dura de lo que me esperaba, pero volvería a hacerlo sin dudar. Es tan gratificante ver como una prenda, que es parte de ti, hace sentirse bien a alguien. Además, aprendes muchísimo no solo del funcionamiento de una empresa de moda sino sobre ti misma y la gente que te rodea y te sobre todo que te aguanta! Es una experiencia más que recomendable pero para la que hay que estar preparada. Sandra.

Fotografías

Art Direction: Noire et Blanche www.noireetblanche.com

Photographer: Rosa Taboada